El arte japonés ha dejado una marca indeleble en el mundo de la creatividad y la expresión a lo largo de los
siglos. Profundamente arraigada en la cultura nipona,
esta forma de
arte se distingue por su meticulosidad,equilibrio y atención al detalle.
Los tatuajes, conocidos como irezumi, han
evolucionado de una asociación con
la delincuencia a una expresión artística y preservación de tradiciones. Utilizan motivos como dragones y
samurais, cada uno con
su simbolismo.
La simetría y armonía son esenciales, y el proceso es una colaboración
entre artista y receptor, creando obras personalizadas.
Estos tatuajes fusionan el pasado y presente,
honrando la rica historia de Japón. Representan una conexión con la herencia japonesa en la piel, celebrando
la belleza y fuerza de quienes los llevan, siendo una expresión profunda del espíritu humano
Sobre el ukiyo-e
Hace unos trescientos cincuenta años, a comienzos del periodo Edo, floreció
en Japón (concretamente, en
Edo),
el arte del ukiyo-e. Se llama ukiyo-e
a los dibujos (e) que representan escenas, personajes o
paisajes de la vida del momento (uki-yo, literalmente «mundo flotante»).
La mayoría de los ukiyo-e
fueron impresos mediante planchas de madera que permitían hacer muchas copias de un mismo dibujo, por lo
que se trataba de un trabajo realizado de manera conjunta entre el artista (e-shi) que hacía el dibujo
original, el artesano (hori-shi) que tallaba la plancha de madera, la persona que aplicaba los colores y
apretaba el molde sobre el papel (suri-shi) y el editor que lo publicaba.
A diferencia de las obras de
arte de lujo, estos ukiyo-e impresos mediante planchas de madera tenían un precio que los hacía
asequibles al público general. En cambio, existen también obras de ukiyo-e
realizadas a mano por el
artista, que dibuja directamente sobre el papel o sobre seda, y de las cuales solo existe una copia.
Muchos artistas alcanzaron la fama con el ukiyo-e y todavía hoy son
populares, como Utamaro, Hokusai,
Sharaku, Toyokuni, Hiroshige o Kuniyoshi.
Artistas notables como Hokusai y Hiroshige son famosos por sus obras de xilografia, que incluyen la famosa
serie "Treinta y seis vistas del monte Fuji" de Hokusai
Estos artistas retrataron actores de kabuki, imágenes de las calles y de la vida cotidiana del pueblo,
lo que hoy sería el equivalente de las fotografías de estrellas de espectáculo, guías de viajes o del
manga, ofreciendo de este modo un elemento de entretenimiento a las gentes del momento.
Hoy en día
podemos recibir información del mundo entero gracias a medios como la televisión o internet, pero en
aquellos tiempos el ukiyo-e suponía una valiosa fuente de información para
conocer las novedades
teatrales, las noticias y todas aquellas cuestiones que estuvieran de moda.
El Irezumi es una forma de arte ancestral japonesa que implica tatuajes de cuerpo
completo.
Los colores predominantes son rojo, negro y verde, simbolizando pasión, fuerza y vida.
Los diseños
incluyen motivos como koi (peces), ukiyo-e (grabados japoneses), samuráis y geishas,
cada
uno
con significados profundos arraigados en la cultura japonesa, representando valentía,
transformación y gracia respectivamente.
La xilografía es una técnica de impresión que se originó en China y se desarrolló ampliamente en el arte japonés. Consiste en tallar una imagen en un bloque de madera, dejando en relieve la parte que se imprimirá. El bloque se entinta y se presiona sobre papel, transferiendo así la imagen. En el arte japonés, la xilografía fue especialmente importante durante el período Edo (1603-1868). Se utilizó para crear ukiyo-e, lo cual mencionamos anteriormente.